- Es importante el lavado de la cara todos los días con un agente limpiador apropiado, dependiendo del tipo de piel están indicados agentes más suaves o más fuertes. No abusar del lavado de cara que puede ser contraproducente, con 2 o 3 veces al día es suficiente.
- De lo más importante en cuanto a recomendaciones: mucho cuidado con las limpiezas de piel mecánicas que se realizan ya que si hay lesiones inflamatorias NO HAY QUE MANIPULAR la piel por el riesgo a dejar cicatrices.
- No «apretar» las lesiones de acné, lo único que traen como consecuencia es más inflamación y riesgo de cicatrices. El acné acaba por desaparecer pero las cicatrices son cicatrices.
- Hay distintos tipos de acné, el acné retencional no inflamatorio y el inflamatorio. Dependiendo del tipo de acné el tratamiento será diferente. Consulta a tu dermatólogo para ver opciones de tratamiento.
- Las cremas hidratantes para una piel con tendencia acnéica deben ser «no comedogénicas» o «oil free» y debe especificarse en el envase.
- Los peelings y lásers no pueden utilizarse luego de acabar el tratamiento con isotretinoína hasta pasado un periodo prudencial que suele ser de 6 meses a un año.
- En el periodo del embarazo son pocas las alternativas que tenemos para tratar el acné, acuda a su dermatólogo para ver opciones. Los retinoides tanto tópicos como orales están contraindicados.
- La isotretinoína es el último escalón en el tratamiento del acné, recuerda que a pesar de ser una medicación de uso muy extendido no deja de ser un fármaco bajo estricta supervisión médica. De sus efectos colaterales el más grave la teratogenicidad y el más frecuente la sequedad cutánea.
- Se necesitan más estudios para poder recomendar al paciente con acné una dieta especial, pero al parecer, dietas con alto contenido glucémico se relacionan con la exacerbación de lesiones.
- Hay veces que «menos es más». Evita el uso de muchas cremas, limpiadores y otros productos, ya que el abuso de sustancias puede ocasionar irritación, sensibilización y más lesiones.