• El protector solar debe aplicarse 30 minutos “antes” de la exposición al sol, y si es posible, renovar la aplicación cada 2 horas.
• El fotoprotector a elegir debe cubrir UVA, UVB, además de la luz visible y las radiaciones infrarrojas (el 50% del estrés oxidativo generado por el sol es debido a las radiaciones IR y visible).
• En menores de 6 meses debe evitarse la utilización de cremas fotoprotectoras y el bebé debe evitar exponerse al sol.
• Hasta los 2 años de edad se recomienda la utilización de filtros “físicos”. Este detalle importante debe especificarse en el envase. Pregunta a tu dermatólogo cremas de protección físicas con buena cosmética.
• Evitar la exposición solar entre las 12 pm y las 4 pm.
• No debe utilizarse fotoprotectores con FPS menores de 30.
• Si es posible, elegir fotoprotectores con la presencia de antioxidantes en su fórmula, cada vez hay más estudios científicos que avalan su utilidad.
• La aplicación de la crema debe ser homogénea y uniforme, no olvidar áreas como región posterior del cuello, la espalda y las piernas.
• En pacientes de alto riesgo: exposición solar contínua, fototipos I-II, en tratamiento inmunusupresor, fotodermatosis, fotosensibilidad, antecedentes cáncer de piel se recomienda la asociación de fotoprotección tópica con oral, pregunta a tu dermatólogo por las opciones que más se adapten a tu condición.
• El sol es necesario para la vida, el organismo necesita de la luz solar para generar vitamina D. Tan malo es exponerse al sol sin una correcta fotoprotección como mala es la obsesión de no exponerse al sol en absoluto. Recordar que en el equilibrio está la virtud.