1.Lavar con agua y jabón todos los días, limpiando luego con betadine® o clorhexidina (en este caso cuidado con la zona de los ojos y los oídos). El apósito DEBE cambiarse todos los días.
2.Debe evitarse la formación de “costras” sobre los puntos, la limpieza debe hacerse delicadamente pero sin miedo, eliminando todas las secreciones. Los puntos no deben pegarse unos con otros, siempre tienen que mantenerse “independientes”unos de otros.
3.Mantener la herida limpia y seca.
4.Evitar “tensión” de la herida las primeras 2 semanas (ejercicios intensos, spinning, tenis, pesas), ya que hay un riesgo de apertura de la herida quirúrgica, y en el caso que este ocurra la herida no puede cerrarse con nuevos puntos sino dejarla curar por “segunda intención” con riesgo de cicatriz antiestética.
5.Luego de retirar los puntos y si la herida está seca, puede empezar a utilizar algún parche cicatrizante o alguna crema cicatrizante dependiendo del tipo de cicatriz y la localización.
6.Evitar la exposición al sol los primeros meses, por el riesgo de hiperpigmentación de cicatriz.
7.Evitar la utilización de cremas, emulsiones, cicatrizantes sin antes consultar con su dermatólogo, muchas de estas cremas pueden irritar la cicatriz con el riesgo de peor resultado cosmético.
8.El proceso de consolidación de las heridas acaba aproximadamente al sexto mes posterior a la cirugía, para valorar el resultado final es necesario esperar ese tiempo.
9.En caso de cicatrices hipertróficas o formación de cicatrices queloideas acudir a su dermatólogo para valorar las opciones terapéuticas; infiltración de corticoides, láser, parches, etc.
10.No olvidar que la cicatriz y su resultado final dependen de varios factores entre ellos del cirujano, de la tensión de la herida, del tamaño de la misma, de la localización, de sus cuidados durante y después de la cirugía pero por sobre todo de la cicatrización de cada individuo.